Espacio presentado por Swellboards 

Santiago Giovannini tiene una de las historias más increíbles que existen en el mundo del surfing hoy en día. El muchacho, hundido en deudas, con problemas de adicción y no queriendo saber de la vida vio en el surfing una luz y por ella logró no solo revertir la vida que llevaba sino dominar la otra.

Él dice, en esta larga entrevista, que pasó de estar en un abismo a otro. Por supuesto mucho más sano, natural y cargado de alegrías. Este segundo es un abismo porque el Santi se baja las olas más grandes del mundo sin que le tiemble el pulso, sea en el paraíso que encontró en México como en Hawái, Mavericks o Fiji.

En esta historia hay una superación impresionante, hay un no bajar los brazos pocas veces visto y un llegar mucho más allá de lo que cualquiera puede imaginarse.

Más de un surfista se muere sin saber lo que es meterse un tubo en Pipe, bajar un outer en Hawái, surfear Mavs… El Santi lo ha hecho todo y mucho más.

Pero él permanece ante todo humilde y después de varios años de bajo perfil decidió mostrar lo que hace porque entendió que su historia afecta positivamente a la gente y que ya más de uno se ha sentido ayudado por él directa o indirectamente.

Santiago dice que bajar olones y los peligros que esto conlleva es nada comparado lo que le tocó vivir cuando estuvo con problemas. Para muchos comerse una serie en Pipe gigante es la peor pesadilla de la vida, para él no y por esto, pues pasa la serie y va a buscar otra, es que termina llevándose los tubazos y los olones.