La rápida respuesta del presidente de la Polinesia y de su homónimo de París 2024, dejó en una situación complicada a los surfistas olímpicos y a la International Surfing Association.

No parece haber una voz adentro del surfing que apoye la construcción de la torre, sino más bien todas están en contra de la misma.

Ahora, esos agujeros en el reef, ese potencial daño del que hablan algunos estudios y también los surfistas locales, ¿es suficiente como para que los surfers olímpicos boicoteen a los Juegos? ¿Es suficiente como para que la ISA se retire y deje la prueba sin personal técnico?

Sin surfistas no hay surfing olímpico y sin la ISA tampoco.

O, por lo contrario, la riqueza material, la exposición mediática, las becas e incentivos del gobiero y los contratos millonarios que trae el surfing olímpico a los surfistas y a la ISA, ¿es suficiente como para mirar hacia el costado ante un potencial daño ambiental irreversible?

Ahora que es inminente la construcción de la torre todos los actores involucrados están preguntándose esto mismo. Están poniendo en la balanza costos y beneficios de esta torre, moral, honor y el peso de su palabra… Ya se han expresado varios en contra de la misma, ¿cuánto pesan sus palabras ahora? ¿Cuánto respaldarán con hechos lo que pesan estas palabras?

Una estrategia que parece que va a ser la más usada será la de esperar y ver cómo marchan las obras pero lo que al final de cuentas sucederá es que una vez que estas arranquen, si van mal, el daño ya estará hecho.

¿Habrá algún surfer olímpico que se retire antes de que estas empiecen? ¿Se retirará la ISA?