El paraíso destruido (por surfistas, pseudo surfistas y groupies que rodean)

Bali y los que destruyen Bali


Confieso que no soy un fanático de las noticias ambientales. Intento ser fiel a la premisa que cubro surfing y solo surfing por más que haya una estrecha relación entre una cosa y la otra.

Cada tanto hay excepciones y la de hoy fue una, cuando vi las palas mecánicas haciendo mierda el acantilado de Uluwatu. Pero eso no fue suficiente para mí… Es decir, publiqué la nota pero me callé, contemplé hacer una nota de opinión y análisis al respecto, pero elegí seguir con otras cosas.

Al rato, en el bendito scroll del celular me aparece un Kook of the day con un pobre tipo remando hacia un Uluwatu perfecto, no grande, pero con olas, con más de media tabla saliéndole por delante de la cabeza y por ende todas las patas y caderas hundidas en el océano.

Ahí todo hizo sentido y el impulso por escribir algo al respecto se hizo insostenible.

Porque, obviamente una cosa está relacionada con la otra. Y me cuesta entender que un surfer de corazón esté tirando a la mierda el acantilado de Uluwatu y que realmente quien lo está haciendo es un hermano o un primo hermano del perrazo, bomba de tiempo, peligro andante, que está remando hacia ese Uluwatu, poniendo en peligro la vida de gente que ha dedicado su vida al mar.

Sí, y también el que por hacer dos pesos le alquiló la tabla a alguien que se convirtió en un peligro un rato más tarde.

Entonces ahí me cerró todo y tuve que escribirlo.

Bali, la isla de los dioses, ese lugar impresionante que Gerry López y amigos conocieron y surfearon ante la mirada atónita de las pocas familias que vivían en la península de Bukit hace tiempo que está siendo destruida.

Y, no hay nada más que escribir, pues ya es demasiado tarde.

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