Foto de portada: Mason por WSL/Poullenot 

Me quedé bastante sorprendido con el resultado de la encuesta de Stab del surfista favorito de la gente. No por el ganador por mucho que fue John John Florence, es junto a Kelly mi surfista favorito, y para mí el mejor de la actualidad.

Y es todo lo que un surfista favorito puede ser: Simple, simpático, amante de la naturaleza, super buena onda; promueve todo lo que a un surfista le gusta. ¿Qué tiene de malo John John? Es difícil encontrarle un defecto.

El asunto es el resto de la lista y cómo se cumple una máxima importantísima: Ganar campeonatos no te hace el surfista favorito de nadie.

Es claro que los 7000 lectores de Stab son en su mayoría australianos, estadounidenses y hawaianos, pero ojo, tienen su cuota importante de brasileños, europeos y latinos. Por lo que el hecho que ni Filipe, ni Gabriel, ni Italo se hayan acercado al top 10 sorprende, pero no tanto.

Se trata de un público fanático y core, un público educado que sabe distinguir el buen surfing y para mí la lista termina haciendo justicia: Dane Reynolds se ubicó segundo: ¿Es mejor surfer que el mencionado triunvirato brasileño? Para mí es un claro que sí.

Ahora, Torren Martyn, el maestro de las mid lengths y las twin fins, que si le pregunto a mi tía Celina, fanática de los deportes, si sabe quién es, ella me dirá que no, para nada. En cambio si va a conocer a los brasileños campeones del mundo.

 

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Pero, volviendo al público core, hay muchísimos surfers que los seduce mucho más el estilo de vida libre y tubular de Martyn, muy por encima de las acrobacias de los toledos, medinas y ferreiras.

Un Mason Ho en tercero es tal vez el mejor de los ejemplos de lo dicho: Al hawaiano le ha ido pésimo en las competencias, pésimo. Prácticamente pierde en todas los eventos en los que participa, le han dado wildcards en CT (su mejor resultado fue un tercero en Pipe), ha competido en el QS durante más de 10 años, en 2021 acumuló unos cuantos últimos lugares en los challengers y a la hora de votar, 7000 de los más core fans del surfing del planeta, termina ubicándose tercero.

Ese estilo de vida desinteresado, desprolijo si se quiere, esos vlogs en los que arriesga el pellejo acariciando arrecifes de coral metiéndose tubazos; seducen más a los surfistas que ganar una medalla de oro olímpica, hacer acrobacias increíbles y vencer el CT.

Y, como digo esto del estilo de vida que prefieren los surfistas, también seguramente al pueblo core no le resulte atractivo votar surfers con pinta de reggaetoneros que pisan el acelerador en autos de no sé cuántos caballos de fuerza.

Craig Anderson, Asher Pacey, David Rastovich (que ni siquiera tiene Instagram), Nathan Florence, Clay Marzo… Todos estos están por encima de la banda brasileña que ha dominado el surfing mundial en los últimos 10 años.

Esa lista que publicó Stab, esa encuesta que realizó, dice muchísimo sobre el mundo del surfing actual, la WSL, la ISA, los juegos olímpicos y la mar en coche.

Al final termina seduciendo más una actitud en algunos videos de surf que toda una gesta deportiva. Y ahí es donde uno termina preguntándose qué clase de “deporte” es el surfing y sabiendo a las claras lo distinto que es del resto.