La cobertura especial del surf en Lima 2019 es presentada por Tubos Surf School y Quiksilver Perú 

La ecuatoriana Mimi Barona es talento, garra, corazón y sacrificio. El surfing le ha dado la oportunidad, ella no la ha desperdiciado y ahora está a un solo paso meterse en los libros de historia por ganar medalla y dos de poner un pie y medio en Tokio 2020.

Ayer dio un paso importante tras pasar su segunda ronda venciendo a la argentina Lucía Indurain y ahora se las verá con la mexicana Shelby Detmers.

De seguir con este pie, encotrando las paredes en Punta Rocas que le permitan mostrar su potente backside, puede perfectamente convertir lo que sueña en realidad.

En los siguientes párrafos Barona habla de sus sueños, de la decisión difícil que tuvo que tomar para venir aquí y de cómo esto es una experiencia especial para ella.

Bueno te metiste entre las cuatro que están invictas, debe significar algo, estás a dos pasos de ganar una medalla y capaz la clasificación a Tokyo. ¿Cómo estás?
La verdad que estoy súper feliz, primero que nada, de estar aquí con salud, con mi familia, todo mi equipo, creo que eso es lo que más me está motivando. Trabajar heat por heat, no me quiero adelantar a nada, estoy tratando de dar lo mejor de mí, las condiciones del mar subieron, hay que decidir bien la ola, un poco intimidante está ahí adentro, pero ahí vamos, con seguridad, es algo que venimos trabajando hace muchos años y este es mi sueño, así que he venido a cumplirlo.

Surfeaste tranquila, se te vio bien, fluyendo en las olas sin apurarte se podría decir. ¿Es esa la estrategia? ¿Eso es lo que pide Punta Rocas?
Sí, la verdad es un mar súper exigente, salen buenas series bien atrás. Igual creo que al comienzo nos quedamos un poco abiertas. Empecé tranquila, por ahí cometiendo el error de no cerrar las últimas maniobras que podrían haberme dado un punto o uno y medio más, pero al ver los chicos ahí abajo sufriendo, no quería perder mucho tiempo. Así que nada, pasando los heats, se va a poner cada vez más fuerte, con más nivel, todas las chicas han venido con la misma mentalidad de tratar de llevarse la de oro y la clasificación. Estamos aquí disfrutando.

Hubo un tema complicado de definir si venir acá o ir al US Open, ¿tú cómo lo viviste? ¿Fue difícil?
Para serte sincera, ayer cancelé mi inscripción en el US Open, aún seguía inscripta, pero tuve que decidir por lo que no solo yo quería, sino también mis directivos, mi familia, entonces elegimos un solo objetivo.

No podía estar pensando en los dos eventos, también pensé primero irme al US Open y venir directo a competir acá, pero no iba a tener la cabeza en ninguno de los dos. Fue una decisión difícil porque tenía que escoger entre el lado profesional de la carrera de cada uno o venir acá, que en el caso que lleguemos a una medalla, no significa solo para mí, mi nombre, es por todo mi país, de eso se trata.

Siempre hay estar orgullosa de dónde vienes, nunca olvidar por qué estás aquí. Así que nada, la decisión fue un poco difícil en las últimas semanas, pero ya estamos aquí, pasando que es lo bueno, para adelante.

Esta oportunidad de clasificar a Tokio 2020 es gigante…
¡Es la de oro (risas)!

Me pareció raro ver que cueste tanto elegir entre esto y el QS, porque creo que tanto lo de Tokio como esto va a ser una vez cada cuatro años, ¿por qué costó tanto esa decisión?
Porque han sido muchos años en el circuito del QS, estuve cerca de clasificar al Dream Tour, pero mientras tengamos vida vamos a seguir teniendo la oportunidad de seguir intentándolo. El QS lo tengo todos los años, esto es cada cuatro años y es algo histórico, son los primeros panamericanos que está el surf. Estoy feliz y la verdad que se merece la pena estar acá. Increíble la organización, todo el mundo está con una sonrisa en la cara. Creo que eso identifica mucho nuestro deporte, siempre estamos felices (risas).

¿Qué tal es la experiencia en la villa olímpica?
Es increíble, ver a todos los de los otros deportes, es muy impresionante estar compartiendo ahí con los más grandes de cada país. Hay hasta campeones olímpicos de todo. Es una motivación muy grande. Hay un atleta que marcó en mi Ecuador, que fue Jefferson Pérez, yo tenía cinco años y me paraba a cantar el himno, muy chiquita sin saber decía: “Es campeón mundial”. Hasta el día de hoy me acuerdo de eso. El día que dijeron que el surf iba a ir a las olimpiadas yo estaba en Costa Rica en 2016, se me salieron las lágrimas, lo había soñado desde pequeña y pensaba en poder llegar acá. ¡Ahora estamos aquí, así que vamos con todo!