¿Qué pasó ayer en Jaws?

Con dolor y coraje Keala Kennelly ganó, pero luego, a la hora que fueron los hombres al agua, detuvieron la prueba y hubo polémica. ¿Por qué?


Las 10 mujeres que compitieron en el Jaws Challenge pusieron su vida en la línea, literalmente, en esas dos horas y media de surfing. Justine Dupont se dislocó el hombro, Keala Kennelly, que ganó, dijo que estaba viendo las estrellas.

“Esas fueron probablemente las condiciones más desafiantes en las que surfeé aquí”, dijo Kennelly en entrevista con la WSL. En referencia a que ganó sin haber completado una ola, señaló: “No sabía como iban a puntuar eso porque no finalicé ninguna ola, hice lo mejor que pude. Me alegra saber que vieron el compromiso y que lo pagaron”.

La mexicana Isabelle Leonhardt hizo historia convirtiéndose en la primera mujer mexicana en competir en un torneo del tour mundial de olas grandes, pero no logró bajar ninguna ola.

Antes de que empiece su serie, su compatriota, el locutor Kalle Carranza, dijo que Leonhardt le había comentado que en esas olas se sentía más cerca de Dios.

En la primera y única serie de los hombres, la cosa se puso seria: Billy Kemper se metió adentro de un tubo en el que entraban tres camiones, Alex Botelho se dio un golpe espantoso, Russell Bierke  completó un hombro gigante y a mitad de serie Twiggy Baker se mandó en una de las olas más increíbles jamás surfeadas en el lugar. Se dobló como si fuera Backdoor pero tenía 50 pies. El sudafricano casi sale del tubo, salió escupido pero bodysurfeando y con la tabla por otro lado.

Con esta carnicería, a sabiendas de que el equipo de rescate había perdido dos motos y tenido algunos problemas para trabajar bien, y habiendo contactado a los surfistas, que le dijeron que preferían continuar al día siguiente, el comisionado Mike Parsons decidió detener el torneo y que continúe.

El vasco Natxo González, que ya tenía la lycra de competencia puesta, luego posteó en su Instagram: “Hoy ha sido un día de aprendizaje en el mar. La situación me superaba, no solo por la altura, sino por el viento. Todos teníamos miedo, hasta que la cosa ha ido a más y han tenido que cancelar el evento”. González agregó que el momento destacado del día fue cuando Twiggy surfeó su bomba.

Comenzó luego una sesión de tow in en la que Kai Lenny dio un show de tubos y maniobras.

 

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Wow ... @kai_lenny ?

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Lucas Chumbo se sumó al tow in luego de darse un golpazo tras remar una.

Por su parte, Albee Layer fue a remar y se metió un tubazo y luego bajó una bomba que no completó. El local fue el más vocal con respecto a que el torneo no debía detenerse: “Definitivamente quería surfear. Estaba muy excitado y que no se me malentienda, estaba muy asustador, pero qué importa, es eso precisamente lo que se supone que tenemos que hacer, ¿cierto?”, le dijo Layer a Stab.

En el mismo sentido se expresó Billy Kemper en la transmisión en vivo.

Luego, en un relevamiento realizado por Stab la gran mayoría de los competidores expresó que la decisión de la WSL fue la acertada.

 

Bianca Valenti en una bomba en su serie de ronda 1, la que la metió en la gran final en la que no pudo bajar ninguna ola. Todas las fotos: WSL/Morris
Mark Healey salió del agua y se fue corriendo a Waimea para lo que dicen fue el swell más grande desde el último Eddie. No llegó a tiempo porque había mucho tráfico hacia la mítica ola.
El australiano Ryan Hipwood surfeó varias de las mejores olas en el torneo del año pasado. Ayer solo sufrió golpes.
Russell Bierke en la única ola completada en la serie 1 de ronda 1 de hombres.
Justine Dupont surfeó la mejor ola entre las damas, un 5,5 en esta bomba de la foto. Segundos después se dislocó el hombro y tuvo que irse al hospital.
Billy Kemper segundos antes de darse un golpazo en su segunda ola y de todos modos pasar en primer lugar a la semifinal.
La brasileña Andrea Moller tuvo que pagar para cobrar. Se ubicó segunda en el torneo y ahora es la vicelíder del ranking mundial.
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