En una solemne ceremonia realizada en la plaza principal de Pichilemu, Ramón Navarro fue declarado hijo ilustre de su pueblo natal por la municipalidad de su pueblo.

Después de haber surfeado una de las olas más increíbles de la historia tres semanas atrás en Fiji, de haber sido uno de los mejores en aquel histórico Eddie de 2009 y de surfear aquel tubazo en Fiji en 2012, entre otros momentos históricos de relevancia mundial que lo colocan entre uno de los mejores big riders de los últimos años y uno de los surfers más influyentes de América Latina, las autoridades no tuvieron más excusas para darle el galardón.

“Con enorme orgullo, nos hemos reunido hoy para homenajear a un gran deportista y ciudadano pichilemino que se ha ganado el respeto y admiración en Chile y el mundo por una trayectoria impecable”, dijo el alcalde Ricardo Córdova.

Ramón visiblemente emocionado dedicó un mensaje a los niños y a los profesores que estaban presentes, les hizo saber que hay que cuidar a los "niños problemas", como dijo que era él, porque dedicó toda la energía que le sobraba para estar en el mar y de esa forma fue bien invertido su tiempo y los frutos quedaron a la vista.

Es la primera vez en la historia que el pueblo honra con esta distinción a un surfista, la cuarta que se entrega en la historia. Las tres anteriores fueron a un médico, a un cantante y a un sacerdote.