Acá en Uruguay tengo unos amigos que quiero muchísimo que celebran el Día de Acción de Gracias. Uno de ellos es chileno criado en Estados Unidos y, como para nosotros es la Navidad, para ellos es la jornada del agradecer.
Entonces, ahí marché más de una vez, y fue un desafío eso de agradecer.
Uno siente cariño, amor, pero “agradecer”… Se hizo complicado.
Pero aprendí. Me preparaba para ir a lo de Alfo y Martín, y hacer que ese pedazo del corazón que no dice “gracias” solo porque la educación manda, lo haga porque tenía significado.
Y, resulta que hoy, a poco de irme a Tokio 2020, hay un montón de gente que, me quiero matar, quiero llorar, desgarrarme las vestiduras, porque increíblemente, al menos para mí, apoyó esto, Y A ELLOS, ¡LES AGRADEZCO!
Esto de irse a Japón.
¡A JAPÓN!
Para informar de surfing.
Yo quiero agradecerles a todos. Sé que soy un vehículo de comunicación en las que probablemente sean las menos transmitidas olimpiadas de la historia, creo que cumplo un servicio, pero igual agradezco.
No es changa irse a Tokio. Y se logró gracias a los lectores de DUKE.
