Diario de viaje en El Salvador: ¡Llegamos a Puro Surf!

Uno de los mejores lugares para quedarse siendo surfista y aspirando a mejorar, pasarla bien (y también trabajar)


Presenta Puro Surf

Pasar un tiempo en el templo que para mí siempre fue Puro Surf es algo que siempre había querido hacer y nunca había podido.

La cordial invitación de su staff y de un viejo conocido a quien respeto mucho como es el coach Marcelo Castellanos había sido extendida hace varios años, pero, repito, nunca se acomodaban las cosas como para que pueda pasarme unos días por aquí.

Hasta que El Salvador decidió que desde el 20 de mayo hasta el 20 de junio de 2022. El Salvador sea la capital del surfing mundial con la realización del Surf City ISA World Junior Surfing Championship y del Surf City Pro, la séptima etapa del CT.

En el medio quedó tiempo libre y llamé a los amigos de Puro Surf y todo mágicamente salió bien para que vengamos para aquí, el Juani filmmaker Gayol y quien escribe.

El día de hoy siempre fue planificado como el más relajado de todo el mes de trabajo por aquí; terminamos lo del mundial junior y todavía no llegaron los pros para el CT. Así que llegamos a Puro Surf y salimos corriendo para El Zonte, otra derecha perfecta salvadoreña (aquí se puede leer sobre la ola).

Otro amigo, el Negro Curbelo, que se fue para Uruguay, nos dejó una twin fin marca Album para que se la llevemos a Uruguay cuando volvamos y con un poco de pena nos dijo que no la usemos.

No dudé un segundo que mi primera vez en mi vida montado a esta onda del twin fin sería hoy en El Zonte. La tabla se portó de maravillas, qué divino que fue deslizarse en esas derechas perfectas con esa tabla veloz y benevolente.

Una visión de El Zonte desde Puro Surf. Todas las fotos: Juani Gayol

De un momento al otro con Juani nos miramos que estábamos solos. Eran algo así como las 12 del mediodía y las derechas no paraban de quebrar, una atrás de la otra para nosotros dos.

Con la twin tomadora, debo decir que abusé de la bondad de El Salvador, de Puro Surf y del Negro Curbelo.

Juani también se ganó, lo vi tomar sus mejores olas del viaje y realizar sus mejores maniobras (grave error del muchacho fue no ponerse protector, ahora tiene la cara como un tomate).

Como un line up vacío de derechas perfectas es deseado por cualquiera, la gente de El Zonte no demoró en ver que había que ir al agua, por lo que algo así como una hora más tarde el pico volvió a llenarse.

Con ese cansancio feliz de una buena sesión de surfing, dejamos el line up y nos encontramos en la orilla con una sonrisa de oreja a oreja.

Y ahora empiezan los beneficios de quedarse en Puro Surf: Caminé 10 pasos para subir la escalera, darme una ducha, un baño en la piscina, darme otra ducha en una habitación de hotel cinco estrellas.

Covana Kitchen, el fino restaurante de Puro Surf.
Y la piscina para el entrenamiento de surfing.

Treinta minutos más tarde me estaba devorando un ceviche delicioso y tomando cinco litros de agua del deshidrate de la sesión. Juani fue por una extravagante pasta con mariscos que… Que bueno, queda entre él y yo.

Intenté trabajar, me pedí un café delicioso (quien no sabe, sepa que el de El Salvador es uno de los mejores cafés del planeta), pero apareció uno de los salvadoreños más correctos, amables, simpáticos y mejor formados del mundo a la hora de ser coach de surfing a cumplir una misión imposible que yo le propuse: Mejorar mi surfing.

Dios…

Marcelo, que ha lidiado con varios de los mejores del planeta y les ha hecho ver cosas que ni los tubos de Pipeline les hicieron ver, se tiene fe. Yo no, pero sí le tengo fe a él. O sea que por transitiva puede ser que algo mágico suceda.

Entonces: Siguió la magia de Puro Surf. Nos sentamos en una mesa y hablamos, con seriedad y mirándonos a los ojos. Marcelo me presentó su modo de trabajo, que teóricamente yo conocía pero que tiene otra relevancia cuando uno es el conejillo de indias.

Luego de escucharlo con atención un buen rato, me tocó hablar a mí por primera vez. La propuesta fue nombrar cinco motivos por los que me enamoré del surfing… Bromeé que me iba a hacer llorar.

En un prolijo cuaderno los escribí, remontando mi cabeza a aquellos años, tengo 41, pasaron casi 30… Lagrimeé cuando lo escribí y cuando me tocó leerlo me largué a llorar.

Y yo, que creía que estaba por acá para mejorar mi surfing y gozar un poquito, ¿qué hacía llorando?

Mis cinco motivos fueron:
1: Me hizo muy feliz
2: Me hace muy feliz estar en el mar día a día
3: Soy extremadamente hiperactivo y en el mar encontré donde descargar toda mi energía.
4: Cuando empecé estaba en una etapa triste de mi vida y el mar me hacía feliz.
5: Hay algo especial en el surfing que no se puede explicar.

A poco de llorar, con Marcelo y su método.

No pude completar el punto cuatro. Lloré como un bebito delante de los atentos ojos marrones de Marcelo.

Le expliqué, balbuceando como pude, que mis viejos se habían divorciado en aquellos tiempos, y que mi vida se había convertido en un chungo.

Y Marcelo, que, se ve que recibe este tipo de reacciones seguido, explicó que, claro, todos los días que podemos vamos a surfear y olvidamos recordar la pura magia que nos ata al mar y lo hizo que tanto lo amemos.

Eso de mis viejos me cala hondo, entre tanto puterío y cosas raras, novios nuevos de ellos y cosas de esas, a mí el mar me daba la felicidad que tanto necesitaba. El mar me dejó bien parado (creo).

En fin.

Luego siguió todo con un revelador entrenamiento, algo que me voló la cabeza y que lo compartiremos en video.

Nos sobró media hora y con Juani fuimos nuevamente al agua. El Zonte estaba más crowdeado, menos prolijo, pero como siempre perfecto.

Le tocó a Juani agarrar la tabla del Negro y yo jamás lo vi surfear mejor; ese combo de tabla más haber escuchado los consejos de Marcelo fueron clave.

Yo luché con el golpe mental de haber aprendido la técnica que acababa de aprender. Se me cruzaron los cables.

Salí del agua en plena noche y nos fuimos directo a cenar… Me pedí un pescado y me habría comido cinco pescados, pero había que trabajar y, tengo que mantener la línea (what).

Con alegría infinita doy por finalizado mi diario del día 1 de la experiencia Puro Surf. Todo de bueno y nada de malo.

El foco en este barrigudo se termina en breve porque llegan las fieras a El Salvador. Jordy y Carissa se van a estar quedando por acá, ¿qué le preguntaremos? ¿Seremos stalkers insoportables con Juani?

Seguramente sí. ¡Que Dios nos perdone!

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