El efecto de El Gringo

Cuando las papas queman, los surfistas parecen preferir cuidar su pescuezo en lugar de ir a buscar los puntos al QS más valioso de la región


Todavía quedan algunos días para que cierren las inscripciones de uno de los eventos más pesados del año, el Arica Pro Tour, pero hay un indicio interesante sobre las elecciones de los surfistas a la hora de seguir sus sueños de clasificar al CT y cuidar de sus vidas.

Entre el 15 y el 21 de agosto, la Pipeline de Sudamérica tendrá el evento más jugoso del año para la WSL Sudamérica (reparte 5000) y sin embargo, otros eventos con menor puntos repartidos tuvieron más inscriptos.

Una rápida recorrida muestran por ejemplo que los torneos de Mole y de Garopaba rápidamente llenaron los 96 inscriptos.

¿Cómo puede ser que un campeonato relativamente cerca para todo el mundo que reparte cinco veces más tenga menos inscriptos, al menos por ahora? La respuesta en realidad parece bastante evidente: Es sin lugar a dudas una de las olas más peligrosas del mundo. Aquella en la que los mejores sufrieron de sus peores golpes en el CT del 2007 y que a lo largo de los años se cobra huesos, dientes, y un montón de piel.

Entonces, por más que miles de surfistas profesionales deseen con todas sus ganas clasificar al CT, a la hora de hacerlo hay unos cuantos que prefieren cuidar su piel, sus huesos, sus vidas, en lugar de ir a buscar los puntos que lo lleven a su gran objetivo.

Me parece bien interesante que suceda esto: Para obtener el premio más grande hay que estar dispuesto a pagar el premio más alto. Le da al Arica Pro Tour, que ya era un Pipe Masters, un estatus de prestigio mayor todavía… Si quieres ganar, debes estar dispuesto a pagar.

Y, al mismo tiempo, este torneo y este estatus de 5000 le da lo que se merecen a los valientes que se atreven a surfear esos tubos y que lo hacen como se debe.

Es un genial giro para la WSL de la región, que seguramente va a ver este año más clasificados no brasileños que nunca.

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