La derrota en Lima 2019: Un dolor distinto

Las expresiones de los que se despidieron de Lima 2019 no hacen más que confirmar que Tokio 2020 es mucho más grande de lo que parece


Presenta Quiksilver Perú y Tubos Surf School. Foto de portada: Lima 2019

Resulta difícil pensar que a alguien no haya soñado con ir a los juegos olímpicos. A ser el más rápido, el más alto o el más fuerte (citius, altius, fortius, pronunciaba el barón Pierre de Coubertin).

Ir a los grandes juegos ha alimentado los sueños de niños y no tan niños a lo largo de la historia.

En este evento de surfing en Lima 2019 países enteros, familias enteras se unieron a los atletas para convertirse ese sueño en realidad.

El surfing olímpico trajo esa llama de esperanza a los surfistas, que en más de una ocasión han declarado sentirse identificados con un determinado olimpista.

Y cuando tocó perder, la decepción fue grande.

Y la prueba está sucediendo y hay seis esperanzas por género que siguen en carrera, pero hay 10 que ya saben que por lo menos hasta París 2024 (con otra esperanza en los World Surfing Games del 2020), no podrán ser olimpistas, que preparan las maletas y se van a su casa.

Cada derrota se nota que es un golpe distinto, y se puede respirar en el aire, se ve en las familias que viajaron a acompañar, en los fans y en la propia cara de los atletas que pierden… Es el final de un sueño gigante, por el que se luchó duro.

Estas expresiones que se vivieron estos días en los panamericanos, de atletas honrados, patriotas, orgullosos, que perdieron su pelea no deja dudas sobre el lugar que convertirse en olimpista ocupa en sus vidas y confirma que el sueño de surfear en Tokio 2020 es mucho más grande de lo que parece.

Ese dolor gigante del que pierde, enaltece el valor de quienes van a ganar este campeonato y meterse en los juegos.

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