Las ya decenas de selecciones que han visitado El Salvador para entrenar han pasado mucho tiempo en la fotogénica Bocana pero no tanto en El Sunzal. Eso al menos es lo que han mostrado muchísimo en redes sociales.
La gran mayoría de los clips son ahí, en la Lowers de Centroamérica y a las expediciones a la Jeffreys Bay de América, que es Punta Roca, pero a la Malibu se la está dejando de lado y en un mundial tan importante, parece pertinente insistir en que debe prestársele atención, la ola tiene varios desafíos a la hora de pensar en la competencia.
El Sunzal es super consistente, quiebra cuando hay poco swell, la ola mantiene la perfección, pero en los días chicos no es tan fácil encontrar las secciones para atacar con radicalidad. Tiende a ponerse gorda, por esto es que la ola es tan conocida por ser perfecta para hacer longboard.
La mejor sección para atacar esos días es en el medio de la ola, cuando esta se pone doble y hace acordar mucho a la misma sección de la famosa Caballeros, en Punta Hermosa, Perú.
Hay que encontrar esa sección para atacar en lo que en inglés le llaman el “sweet spot”.
Otro tema que no es menor a la hora de una competencia en El Sunzal es que la ola es bien larga, mucho más que La Bocana y en un swell de buen periodo entre serie y serie puede pasar un buen rato para encontrar la de la serie, más teniendo en cuenta si hay prioridad en una serie de cuatro surfers.
En otras palabras: Irse en una que no vale la pena, o caerse en el medio del recorrido puede ser un error fatal.
También, otro punto no menor va a ser la búsqueda de la prioridad al comienzo de la serie. El Sunzal es bien pointbreak y pasarse hacia fuera puede significar que todo el heat quede fuera de lugar para encontrar la ola buena.
Es una ola que precisa de dedicación para obtener buenos puntajes, tal vez más que La Bocana.
Y los equipos, que enfrentarán el mundial más ISA más importante de la historia, no deben dejar que El Sunzal pase por inadvertido.
