El dueño de la WSL envió un llamativo mensaje a sus opositores

“Cuando tratan de derribarnos, no solo están yendo detrás de nosotros, realmente están yendo detrás de Kelly Slater, de Lakey Peterson”, dijo Dirk Ziff al recibir el premio al Waterman del año


El principal accionista de la WSL, Dirk Ziff, fue homenajeado el pasado sábado por la industria surfera y en su discurso de aceptación hizo un descargo bastante duro y pobre contra los que critican a la liga, básicamente diciendo que no está bien hacerlo porque gracias a su organización crece el deporte y “las esperanzas de cada niño que vive con sal en el pelo, soñando algún día en ser un campeón mundial”.

Ziff, su esposa Natasha y la WSL fueron premiados en dicha gala con el premio al Waterman del año (hombre de agua), una ceremonia anual que organiza la Asociación de Fabricantes de la Industria del surf (SIMA, por sus iniciales en inglés).

Luego de referirse a los desafíos por los que atravesó la WSL en los seis años que tienen como dueño y en los que enfrentan ahora como liga deportiva Ziff se metió de lleno en el tema de los “haters” de la liga.

En primera instancia señaló que para él la crítica era maravillosa y pidió que los critiquen, “sean duros, marquen nuestros errores, manténgannos honestos, dígannos en qué tenemos que mejorar”.

Pero se contradijo con lo que vino después, escudándose forma pobre en los grandes nombres que pertenecen a su organización: “Cuando tratan de derribarnos, no solo están yendo detrás de nosotros, realmente están yendo detrás de Kelly Slater, están tratando de derribar a Lakey Peterson, yendo detrás de los sueños de Caroline Marks y Griffin Colapinto, están subestimando las esperanzas de cada niño que vive con sal en el pelo, soñando algún día en ser un campeón mundial.

Y les pregunto: ¿Por qué? Parece bastante obvio que si la popularidad de la WSL sigue creciendo y el surfing toma el lugar correcto entre las grandes élites del deporte competitivo, todos conectados a nuestro deporte y ciertamente miembros de SIMA, va a prosperar a menos que capaz que algunos pocos locales gruñones tengan que lidiar con algunas nuevas caras en el line up. Así que, ¿Por qué no trabajar juntos?”, finaliza.

Sorprende que en la tierra de la libertad, como líder de una organización deportiva, y siendo el deporte, especialmente el surf, uno de los símbolos más grandes de la libertad que el señor Ziff no acepta que haya gente que no le guste la WSL. Y no solo eso sino que también se coloca en su bolsillo a los surfers infiriendo que al atacar a su empresa también se los ataca a ellos. Resulta hasta tonto explicarlo pero Slater puede estar en desacuerdo con la WSL y seguir trabajando juntos, y lo mismo se aplica con Caroline Marks y Griffin Colapinto.

Como un país, una organización va a crecer más sana producto de vivir en un ambiente libre que acepta cualquier tipo de crítica.

Hay decenas de atletas que compiten en la WSL y tienen reparos sobre varios aspectos de su funcionamiento. Y esto no quiere decir que uno es Dios y el otro es el diablo sino simplemente que, como todo en la vida, pueden haber discordancias sobre determinados temas. Discordancias que el propio Ziff dijo recibir de brazos abiertos en el comienzo de este capítulo del discurso.

Él dice muy bien que una mejor WSL hará un mejor futuro en el surfing, es difícil no estar de acuerdo (a excepción que uno sea un "local gruñón"), pero un futuro mejor todavía va a tener lugar si todos son libres de opinar lo que piensen sin censura alguna, incluso los locales gruñones que no les gusta que haya caras nuevas en el line up.

Seguro que en un ambiente así, libre y honestamente abierto a las críticas, la WSL y el surfing en general estarán mejor.

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