No se le hace esto a Sofía Mulanovich

Es difícil encontrar un hecho tan triste para la historia del deporte en la región como lo que está sucediendo en este momento con la campeona peruana


No suelo escribir muchas notas de opinión, no suelo escribir en primera persona; intento siempre limitarme a informar y punto. Es mi pasión y es lo que hacemos en DUKE de la mejor manera posible.

Tampoco suelo referirme a mí mismo, ¿a quién le importa lo que hace el que informa, qué piensa y cómo ve las cosas? Siempre supongo que a la gente la interesa más la información y saber qué piensan y hacen los mejores surfistas de la región y del mundo.

Pero una pena profunda me ahoga esta mañana y me lleva a dejar brevemente de lado lo expresado en los párrafos anteriores.

Con 40 años, dediqué más de la mitad de mi vida a cubrir el surfing mundial con mucho énfasis en el latinoamericano, he visto con mis propios ojos muchos sucesos históricos, pero también he estudiado e investigado mucho y la verdad es que se me hace difícil encontrar un hecho tan triste para la historia del deporte en la región como lo que está sucediendo en este momento en Perú con Sofía Mulanovich.

De la forma que lo veo yo, Sofía Mulanovich es, desde que ganó aquellos dos títulos mundiales en 2004, el faro que ilumina a cada niño que surfea en América Latina.  Desde Baja California hasta Tierra del Fuego, no hay un niño que sueñe con surfear que no la haya tenido a ella como referencia de que es posible; de que ella lo hizo.

No es fácil ser latinos, las tenemos todas en contra, pero hay gente trabajadora que sabe que si pone mucha, mucha garra, se puede salir adelante… Se puede incluso ser campeón del mundo, como Sofía.

Ese mensaje que Sofía dio con hazañas es demasiado fuerte y marcó la historia de nuestro deporte para siempre; eso de saber que se puede, marcar el camino, de que hubo alguien que fue y lo hizo. Lo hizo y punto, sin dudas, fue y lo logró. Es demasiado.

En 2004 Sofía dio la vuelta al mundo y ganó el título mundial de surfing de la WSL, fue el primer latino, hombre o mujer en hacerlo. Diez años antes que Gabriel Medina y la tormenta brasileña gane, había llegado Sofía y lo había ganado. No es poca cosa.

Y ese mismo había ganado el ISA en Ecuador, convirtiéndose en el único atleta de la historia que el mismo año ganó los dos mundiales.

Pero, como la gente mágica es mágica, 15 años más tarde, con 36, fue y le ganó a las mejores del mundo del tour mundial en el ISA de Miyazaki; el World Surfing Games más competitivo de la historia.

Y esto solo por mencionar un par de sucesos fundamentales; Sofía fue vicecampeona dos veces del tour y dos veces también tercera. No hace tanto como en 2010 fue top 5.

Sofía ahora tiene 37 años y ha planteado que Tokio 2021 es su última gran meta en su carrera. ¿Sofía tiene que probarle algo a alguien para pelear por ese objetivo? ¡Claro que no!

A Sofía no se le hace eso y mucho menos de esta forma: Primero argumentando una mentira o desinformación de que la ISA es quien rije para la selección peruana y ahora encontrando la excusa de que ganó el mundial en 2019 y por la pandemia ha pasado mucho tiempo para saber su consistencia (¡Dios nos libre!), la consistencia de Sofía Mulanovich que ganó un mundial en 2004 y 15 años después lo volvió a ganar. ¡Hablemos de consistencia!

No se le dice que no porque en un campeonato específico del gran Gordo Barreda, fue vencida por otras surfistas y entonces ahora tiene que validarse. ¡No hay ni que explicar que Sofía Mulanovich es de las pocas atletas de Hispanoamérica que sabe ganar ese mundial! Y que competir en un evento local específico en celebración de una leyenda es distinto a participar en el campeonato más difícil del mundo.

No se le hace esto a Sofía Mulanovich, mucho menos de esa forma.

Honestamente, yo suelo a pensar que los humanos somos buenos por naturaleza. Podemos confundirnos en el camino, la vida no es fácil, y mucho menos fácil es la vida de los dirigentes que les toca tomar decisiones que muchas veces son difíciles… Pero frente a algo así no logro encontrar una explicación sobre la bondad humana a la que tanta fe le tengo.

Estoy perplejo y solo espero que la leyenda de Sofía Mulanovich no termine su carrera diciendo que no al selectivo. Que vaya y la luche, y que luego vaya y gane en El Salvador y que luego vaya y gane en Tokio. Y vuelva a casa a abrazar a su familia y se retire siendo más grande de lo que ya es.

Que se trague el orgullo de esta fantochada que le están haciendo y lo use como alimento para seguir rompiendo en el agua, para seguir ganando. Y si muere en esa lucha, morirá luchando, como siempre lo hizo.

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